Estimados compañeros y compañeras,
Desde que la dirección de RRHH nos trasladó a la parte social la decisión de retornar la totalidad de la
plantilla de forma presencial a los centros de trabajo, esta Sección Sindical, cada vez que ha tenido
ocasión para ello y de distintas formas y maneras, ha solicitado, propuesto, exigido y hasta suplicado,
que se implantaran distintas alternativas que asegurasen y garantizasen la mejor y mayor
protección de nuestra salud frente a esta pandemia, esto es, el distanciamiento social.
Desde el mantenimiento del Teletrabajo como forma preferente de realización de la jornada laboral,
pasando por la reducción de aforo y alternancia con teletrabajo, en primera instancia al 50% y en
segunda (tras la penúltima normativa del Gobierno de Navarra) al 30%, se han ido proponiendo una
batería de medidas preventivas que, conforme ha ido aumentado la incidencia de la pandemia,
hemos visto cada vez más necesarias.
La respuesta a todas ellas ha sido negativa. No entendemos la decisión de volver al 100% sin ni siquiera
haberse planteado un regreso escalonado sujeto a la evolución de la pandemia. Nuestra empresa y
negocio es perfectamente capaz, tecnológica y organizativamente, de haberlo hecho de forma mucho
más prudente, y creemos, por la falta de argumentos que lo justifique, que ha prevalecido la
cabezonería.
Las medidas preventivas en los centros se quedan cortas con el tema de los aerosoles y el 100% de la
plantilla dentro del edificio.
No sabemos por qué no se ha aprobado la propuesta de mamparas laterales. Tampoco
entendemos cómo todavía no se ha lanzado una instrucción clara en el uso de las
mascarillas, teniendo en cuenta la opinión de la autoridad médica de la empresa y del
departamento de prevención, quienes han aconsejado uso obligatorio en todo el edificio,
inclusive cuando existen distancias de seguridad.
A todos nos llegan noticias de algún compañero confinado por síntomas y resultado positivo, otros
compañeros (considerados contactos estrechos por estar a ambos lados del positivo, y no así el que está
detrás, aunque esté incluso más cerca), a por la PCR cruzando los dedos.
Además, la forma de gestionar las solicitudes de reducción o adaptación de
jornada para aquellas personas que lo necesitan como fuerza mayor motivada
por la situación de pandemia, está resultando muy frustrante y decepcionante
para los solicitantes.
La Responsabilidad Social y Familiar Corporativa (RSFC) de la que nuestra compañía
hace gala, queda en entredicho con la forma de actuar en esta crisis que nos está tocando vivir.
La RSFC se basa en ir un paso por delante de la Ley, y hemos podido constatar que las decisiones de la
dirección empresarial se han basado, tal y como ellos mismos aseveran, en cumplirla escrupulosamente.
Implantaron el teletrabajo cuando así lo estableció el Gobierno y lo mantuvo hasta el día que lo derogó.
El teletrabajo nos permite poder flexibilizar los horarios y la organización departamental. Es una
herramienta que ofrece un amplio abanico de posibilidades, que, gestionadas y ajustadas a cada caso,
haría que nuestra compañía ganara muchos puestos en el ranking de empresas españolas realmente
comprometidas y punteras.
Esta pandemia solo la podremos parar entre todos y por ello, todas las partes debemos colaborar
poniendo los medios y herramientas a nuestro alcance para frenar la propagación de este virus, que
como venimos repitiendo, el distanciamiento social se ha demostrado la mejor de todas ellas.
Les hemos pedido hasta hartar, por la salud de todos y todas, que valoren otras alternativas efectivas y flexibles que combinasen la prevención, la responsabilidad social/familiar y el mantenimiento de la actividad, como:
1. Mismo horario y opciones que se establecieron hasta el 22 de septiembre, pero rotando
semanalmente 50% de la plantilla presencial y el resto 50% teletrabajo para facilitar el
distanciamiento social.
2. Para toda la plantilla jornada de trabajo habitual, pero con un mix (75% jornada presencial y
25% jornada en teletrabajo).
3. Ampliar la flexibilidad de entrada a las 7 o las 7:30 y salir a las 15 o 15:30.
La posición de la dirección de la empresa, por muchas alternativas que tengan a mano, sigue siendo la
que es, y desde la representación social de esta empresa, la presión social, el evidente avance
tecnológico y el ejemplo que podemos seguir de colegas de empresas del mismo sector y de otras, se les
reclama que se adapten, pero ellos, sin motivo aparente, siguen anclados en la presencialidad al 100%.
No se comprende.
Tampoco estaría de más que el departamento de Prevención, al cual responsabilizan de las medidas de
prevención tomadas hasta la fecha, trasladase oficialmente a la plantilla información sobre todas ellas.
El protocolo Covid para Energía que está en la intranet es de mayo, y el contenido en algunos aspectos
no coincide con la realidad aplicada.
Que nos expliquen también por qué no podemos comer en el sitio y sin embargo sí se puede estar en él
sin mascarilla para todo lo demás.
En la reunión de ayer y después de que el viernes pasado, tanto el Comité de Empresa de Acciona
Energía como la Delegada de Personal de Acciona Solar, así como las tres Secciones Sindicales firmantes
del convenio de Grupo de A.E (UGT, CCOO y ELA), notificamos por escrito nuestro desacuerdo con las
medidas adoptadas por la compañía. Dichas medidas suponen una modificación sustancial de
condiciones de carácter colectivo implantadas de forma unilateral y obviando el procedimiento
establecido en el artículo 41 del E.T., por lo que indicamos a RRHH que nuestros servicios jurídicos
reclamarán la nulidad de todas ellas.
En dicha reunión, la dirección dejó patente, una vez más, que las directrices de entrada al centro de
trabajo (jamás antes de las 8:00) y nunca ayudarse del teletrabajo, son normas de la compañía grabadas
a fuego y por tanto inamovibles, ni tan siquiera de manera excepcional y por un tiempo limitado como
consecuencia de una situación extraordinaria.
En fin, seguiremos insistiendo, pero si una pandemia mundial no les hace recapacitar, ni siquiera
en estas circunstancias especiales y temporales, no sabemos qué más puede motivarles.
El punto positivo es que haya sido RRHH (y no a través de los responsables, gerentes ni directores), los
encargados de realizar el comunicado a la plantilla. No sabemos por qué lo hacían así, pero el resultado
no podía ser peor: Desinformación con todas sus consecuencias.
Que sea siempre RRHH el punto de referencia/información de toda la plantilla.
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