Algunos se preguntarán por qué no pudimos ver la final de Montecarlo en televisión; así pues, vamos a resolver el misterio:
Todos, absolutamente todos los medios de comunicación nacionales e internacionales se encontraban cubriendo a nuestro a excelso campeón Ignacio Fonseca, que taras una ardua batalla consiguió deshacerse de su contrincante por 4-5, 5-4 y 11-9.
El rival en ningún momento pudo controlar su revés culebrero con efecto rotativo.
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En la habitación del pánico todo se desarrolla según lo previsto. Muchos entran, pero nadie sale. O por lo menos no salen igual que entraron…
Por otro lado, nuestros campeones Francisco Molina y Pedro Montón se encontraron con un frontón y unas condiciones meteorológicas más que adversas. Lo que, unido a la polarización del frontis, les impidió realizar el juego al que están acostumbrados y con el que han asombrado a medio mundo.
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Se dice, se comenta, que un huracán se desató el pasado domingo en las instalaciones de Tajonar. Un rodillo mecánico que aplastó sin piedad al equipo rival 5-1.
Y pudieron ser muchos más…
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Clasificación:
¡ENHORABUENA!
Comité A.E.
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